T.S. era la persona que mejor me comprendía, yo siempre lo consideré buen amigo, aun sabiendo que él a mi no me tenía entre los suyos, lo que pasa es que él era un alma de dios; sus biógrafos podrán decir lo que quieran, pero para mí eso era. Confieso que soy un tipo tranquilo.
Hay muchos episodios de mi vida que sucedieron junto a T.S. Recuerdo que cierto día estábamos en su casa, había mucha gente aquella vez; hablábamos de temas interesantes, pero me llamó la atención una mujer de nariz rara, ella casi no hablaba y fumaba sin parar, su mente estaba en otro lado, como si estuviera sumergida en una gran depresión; el marido la cuidaba celosamente y no la perdía de vista cuando se levantaba. Después de haberla observado durante unas dos horas le dije: Te caería bien sumergirte despacio en un río, es el mejor remedio para el cansancio. Fue lo único que atiné a decirle y creo que también fui el único que le dirigió la palabra.
Supe que Virginia publicó varios libros, yo hablé pocas veces con ella después de aquella noche; por eso nunca me expliqué cuando el marido, un día que me lo topé en la calle, casi me bota tres dientes de un puñetazo, que me dio sin mediar palabra.
Mill Soles
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10 comentarios:
Esea buena sabes, espero esta no sea paja.
Saludos desde lejos.
Aveces las palabras son las mejores caricias y de pronto, sin usar el tacto, la sentiste toda y mucho más que su marido jajajaj.
Tenía mucho tiempo de no pasar por aquí, creo que fui de tus primeras comentaristas en tus primeros post......se siente bien regresar.
abrazos.
Dejo huella después de deleitarme un poco con tus verdades, Johan. Mi admiración y mis respetos. Todo el mundo debería leerte.
Sal Troccoli: En cada paja hay su pushito de verdad, saludos hasta allá lejos.
Prosódica: Esta casa de paja siempre está abierta, las 24 horas, puedes regresar siempre que así lo quieras. Gracias por la visita, se siente bien, también.
Don Rafa: Huellas permanentes maestro, gracias por las buenas palabras.
Con razón la historia se me hacía conocida.... no tendrás alguna anécdota con Agatha? plizzzzzzzz!
El suicidio es un tema fascinante, siempre y cuando sea alguien ajeno a vos. La carta de Virginia es alucinante.
(¿Dónde andan nuestros amigos anónimos? ¡Ellos hacían divertido este blog!)
ya no aparecen porque no se habla de ellos (o no se ven reflejados) digo pues...
Filis: Hacé tu pedido con confianza, pero no digás anécdota, decí cuento pajero, porque viste que la palabrita de inmediato hizo aparecer al maestro anecdotista. Voy a preguntarle a los patojos del taller, alguno debe tener algo relacionado con el tema.
José Joaquín: En Las horas, película de Stephen Daldry, se utiliza como leit motiv el suicidio, la historia gira en torno a Virginia. Gran película. En cuanto a los anóminos, ya viste pues, ni siquiera para fregar la pita son constantes.
Nicté: Se ve que conocés bien al o los anónimos, que se me hace que sos de esa mara. Por cierto, visité tu blog y que agradable sorpresa, de hecho invito a todo aquel que pase por aquí a que lo visite, buenos textos muchá.
Ah pues disculpe joven :( :( :(.
Filis: No pongas esa cara no era regaño, era solo para no tener que pagar derechos de autor.
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