lunes, 14 de julio de 2008

Los sentires pegados

Tiene el corazón pegado con Velcro, fue el diagnostico dado por un famoso médico cardiovascular al paciente, quien no entendía lo que le estaba diciendo la eminencia. "Sí, tiene el corazón pegado con Velcro, insistía asombrado, mientras revisaba una y otra vez las placas de rayos X, que tenía en las manos. Se rascaba la cabeza y hasta llegó a pensar que podía ser que la máquina estuviera defectuosa, pero después de tres revisadas y ver las radiografías tomadas antes y después que este fenómeno apareciera, asintió con la cabeza, "sí, usted es un fenómeno, podría hacerle una operación a corazón abierto para ver como pudo suceder".

El asustado paciente pregunto si eso sería caro, peligroso o afectaría su salud. El médico le respondió que de ninguna manera, que únicamente era para satisfacer su interés científico, determinar como un corazón podía estar pegado con Velcro.

El paciente, viéndose cual rana en disección, con un poco de timidez, dijo que lo iba a pensar, mientras el médico levantaba la placa y le colocaba el estetoscopio en el pecho, tratando de oír el ruido que hacía el Velcro. Entonces preguntó: ¿Ha tenido alguna dieta a base de plásticos y poliuretanos? El paciente aseguró que lo único que se había tragado, cuando era niño, fue la tapa de un dentífrico, cuando estaba tratando de abrir el recipiente, pero que la había defecado al día siguiente, que incluso lo observo cuando se iba sumergiendo en el suave remolino de la tasa sanitaria.

El medico se concentró otra vez en las placas y preguntó: ¿Ha hecho deportes que requieran el uso de esteroides, o se ha hecho implantes, consumido estrógenos o algún químico similar? El paciente respondió que lo suyo era la lectura, revisar blogs en internet y comprar, de vez en cuando, un libro de poesía.

Ok, dijo el médico, ¿entonces dígame que pasa con su corazón? El pobre paciente, acosado de tanta pregunta, respondió: quizá sucedió porque soy muy enamorado. El médico, pensativo, le dijo: puede ser, probablemente el uso de condones, pastillas anticonceptivas, la del día después, ¿usa usted todo eso? El paciente, aún más incómodo, le dijo: la verdad, no soy muy asiduo a las relaciones sexuales, ni pareja tengo. El médico inmediatamente respondió: Ya sé, el uso de muñecas de plástico, juguetes sexuales, el sexo virtual en internet; a lo que, aún más incómodo, el paciente respondió: no, lo único que hago es enamorarme frecuentemente. ¿Cómo así? le pregunto el médico. A lo que respondió: pues bien, veo alguien que me gusta, me acerco, nos hablamos y después de un tiempo me mandan a volar. Ajá, asintió, el médico; bueno y, la verdad, es que de tanto sufrir y de mandadas a volar, decidí dejar de sentir…Ajá, volvió a decir el médico. Entonces pensé que era buena idea dejar el corazón por un lado cada vez que me rechazaban o me dejaban, pero nunca pensé que me fuera a crecer Velcro por hacer eso.

El médico, un tanto escéptico con el tema de la quitada y vuelta a poner del corazón, a conveniencia del paciente, mascullo: ¿Tiene alguna técnica, metodología o un procedimiento sistematizado para poder hacer eso? Si, dijo el paciente, abriéndose un ziper, justo en el lado izquierdo del pecho, luego metió la mano dentro y con total tranquilidad se sacó el corazón. Lo puso en las manos del doctor y lo dejó latir un par de segundos, para que el doctor lo sintiera, después, con la misma tranquilidad, lo tomó y se lo puso en medio de sus propias costillas; luego suspiró un momento, mientras decía: Así es como lo hago.

Claro, es muy sencillo, dijo el doctor.

Poncho Pilatus

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al principio me imagine al querido Pinocho pero luego me acorde de los Muppets y resulto ser humano. Alegre texto. Este pasa a ser un clásico pajero. Saludos y gracias por visitar mi blog.

Víctor González dijo...

Interesantísimo encuentro con tu blog Johan. Gracias por la visita y nos leeremos con frecuencia.
Saludos.

Johan Bush Walls dijo...

Cristian: un clásico pajero, es cierto, ese soy yo.

Salú

Victor: Que bien que lo hayas encontrado interesantísimo. Nos leeremos.

Salú también