jueves, 24 de abril de 2008

Entrevista pajera con Johan Bush Walls —II Parte—

“...todo mundo me quería de padrino...”

II Parte Entrevista exclusiva a Johan Bush Walls.

Centrado y a la vez perspicaz, Johan Bush Walls se toma un respiro en la conversación, se sirve una copa con vino, me ofrece otra. No puedo aceptarla. Él observa, toma un sorbo, lo mantiene en la boca unos instantes, como un gran catador.

De alguna manera, me hace intuir que no gusta hablar de ciertos temas.

¿Le gusta hablar sobre temas polémicos?
A mis talleristas les encanta, a mi eso me parece ocioso, pues no vaya uno a mencionar a alguien, menos si ese alguien se considera escritor, porque muchos tienen el ego cristalizado, entonces prefiero no tocarlos.

¿Algún tipo de complacencia?
Para nada, no estoy comprometido con nadie. Simplemente no le encuentro sentido a hacer polémica sólo para que alguien me ponga atención.

¿Cómo inicia sus talleres en este país?
Cuando vine al país encontré un nido de nuevos escritores. Que sabían todo sobre todo y al mismo tiempo nada. Una agencia de publicidad me hace la campaña para anunciar los talleres.

¿Pero su publicidad no salió en todos los medios de comunicación?
Esa fue una estrategia de mercado. Los asesores de marca me aconsejaron publicar en revistas especializadas, el grupo objetivo era el de los intelectuales, era más fácil captarlos de esta forma. Recuerde que muchos leen revistas intelectuales para sentirse intelectuales.

¿Y funcionó?
Pues ya son varias ediciones de libros las que he apadrinado.

¿Se cree padrino de la literatura local?
Nunca fue mi intención, pero todo mundo me quería de padrino, aquí piensan que si tal o cual persona, más si es un autor reconocido, hace la presentación o el prólogo de su libro se tiene la fama garantizada, eso los embriaga, aunque se trate de fama efímera.

Habla sobre padrinos, pupilos, talleres ¿Podemos creer que está descubriendo una nueva generación o grupo literario?
Eso lo dicen otros, como Sabihondo Piláz, no lo digo yo. Creo que estoy haciendo algo que nadie había hecho. Me paro a pregonar cosas que todos ven y nadie dice. Aunque para la mayoría simplemente digo pajas.

¿Es así como surgen los cuentos pajeros?
En mi país los cuentos pajeros son cuentos de relleno. Al igual que la paja sirve para rellenar colchones, estos cuentos sirven para rellenar libros. Sucede que aquí han tenido gran aceptación.

¿Y el blog?
Si en la actualidad todos tienen un blog, ¿por qué yo no puedo tenerlo? Además es una forma de democratizar los talleres. Ahora todos pueden tener acceso a los cuentos y de esa manera instruirse un poco, mire pues ya se me está agrandando el ego, pero recuerde que soy escritor pajero. También es una estrategia para publicar nuevos escritores y que los lectores, ese gran público desconocido, puedan reírse o llorar un poco entre tanta paja; ahora además de pajero estoy siendo pretencioso. Al final el blog ha sido un medio para irrumpir, sin hacer cola, en la literatura nacional, un motivo para volverme arrogante, ya vio pues.

En la última entrega Johan Bush Walls hablará sobre escritores, literatura y el futuro.

Pepe Luis Cardamomo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto es lo que nos orienta, gran maestro de la paja:

http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=23069&fch=2006-12-16

Moncho Sic

Johan Bush Walls dijo...

Moncho, gracias por la referencia