miércoles, 14 de noviembre de 2007

Trovadores

El ambiente era tenso, miles de personas se habían congregado sobre la plancha del zócalo de la ciudad de México, convocados de urgencia por el tribunal de honor de la liga mundial de trovadores; la intención era hacer un juicio público a Ricardo Arjona, quien a pesar de las múltiples advertencias insistía en decir que era un trovador. Había llegado gente de todas partes, de Guatemala estaba presente un número considerable y los que no pudieron llegar mandaban mensajes de texto, demostrando su apoyo al cantautor chapín.

Se trataba de una actividad sin precedentes, en anteriores oportunidades se consideró juzgar a José Luis Perales y a Franco de Vita, pero ellos se disculparon con los trovadores y ambos casos no pasaron a más.

El primero en tomar la palabra fue Delgadillo, con voz firme dijo Hoy necesito toda la noche para contar lo que he escrito, acerca de los que comercian con la música sencilla y reciclada y que nunca dicen nada, será que no tienen nada que decir. Como quisiera ver que el artista está buscando la manera de hablar de todo lo que se ha vuelto importante y aún así nunca es bastante, aún nos falta y vaya si nos falta tanto a que cantar.

Se había pactado que las intervenciones fueran cortas, a continuación vino Silvio, Yo también canté en tonos menores, yo también padecí de esos dolores, yo también parecía cantar como un santo, yo también repetí en millones de cantos: Te quiero mi amor, no me dejes solo. No puedo estar sin ti mira que yo lloro. Pero me fui enredando en más asuntos y aparecieron cosas de este mundo: «Fusil contra fusil», «La canción de la Trova»; y «la era pariendo» se puso de moda, el griterío pidiendo que cantará era ensordecedor, pero terminó su intervención diciendo: No voy a repetir ese estribillo.

Serrat se levantó de su silla y tomó el micrófono, con tono indulgente dijo: Caminante son tus huellas el camino y nada más, al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar; los otros sólo cruzaron miradas, como quien pregunta aquí que pasó.

Sabina se dirigió a la multitud y dijo, levantando un disco de Arjona en la mano izquierda, Les presento a mi hermano bastardo, patrón de la merca ambulante, Dios me libré de los tontos por ciento del cuento del bisnes; pareció que no iba a decir más, pero retomó el discurso sólo para decir: Ven a poblar el zócalo de ojos, siembra de migas de pan caliente mis canas de alcanfor adolescente, ponle al sordo voz y alas al cojo, bendice nuestro arroz, nuestro minuto, como si no fuéramos cómplices del luto del corazón; se despidió haciendo una mirada retadora.

El único que lo defendió fue Pablo, ya se sabe que hasta una canción grabaron a dúo, al parecer tuvo pena de estar presente, pues envió un video en el que decía: Hoy quise estar contigo amigo y la dura realidad destruyó el dulce sueño que forjamos tú y yo, tal vez mañana haya otra suerte. Ojalá. Adiós.

Esa fue la última intervención y luego hicieron un círculo para deliberar acerca de la decisión final, cinco minutos más tarde comunicaron a la multitud que la acción a tomar era asistir al próximo concierto del guatemalteco y entre todos darle una gran taleguiada y no soltarlo hasta que pidiera perdón.

A punto estaban de retirarse, cuando vieron que una larga melena sobresalía entre la multitud, mientras corría deprisa hacia el escenario, la multitud se dividió entre vítores y abucheos; Arjona alcanzó a llegar al micrófono y dirigiéndose a los trovadores dijo: Quién diría que el mink y la mezclilla podrían fundirse un día, ustedes caviar y yo tortilla, quien diría que lo importante es aceptarlos y que me acepten como humano. Después hizo una reverencia. No habían pasado ni tres segundos cuando Delgadillo le propinó tremenda patada que le hizo levantar de golpe la cabeza; el resto fue una verdadera masacre.

Il Trovatore

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo!
Que barbaro, porfavor escribe un libro de esto, cuentale tu historia al mundo. Merecemos saber la verdad!!!! Felicidades, ¿te molesta si copio y pego todo tu texto y lo pongo en primera plana de mi blog?con tus justos links claro esta.
Gracias de nuevo.

Johan Bush Walls dijo...

Victorhh: Lo que leíste es un cuento, es ficción, si se parece a la realidad no es mi culpa, jeje.

Claro, lo puedes copiar o linkear, como tu dices, haciendo las referencias adecuadas, por ahí tengo otro cuento de Arjona y el Gabo.

Salú pue

La Perfecta dijo...

me dejaste este link en mi casa, pero no había venido porque estaba de viaje.
me reí hasta las lágrimas, esto es de genio, de verdad!
yo siempre he querido escribir un cuento de amor con canciones de Los Beatles, pero ya se me adelantaron y ahora me da un poco de miedo y un poco de pereza.
Gracias por pasar por mi blog,

abrazo caraqueño para ti!

(y muerte a Arjona, btw)

Esteban Dublín dijo...

Mejor dicho, Johan, en síntesis: pajero: dícese de Arjona, mediocre cantautor que asegura llamarse trovador.

Ahora sí entiendo.

Francotrovador dijo...

Hola Johan... me ha gustado tu historia... se parece mucho a la Realidad.. Ojala se llegara a hacer algo asi.. para poder ir a tirarle caviar y tortillas a Arjona..

Espero pases por mi Blogspot. Y nos apoyes...

Saludos

http://cfroy.blogspot.com

Unknown dijo...

que estupida y ociosa historia que quieres que te diga realmente eres un pajero y muy fome por lo demas .... y tan absurdo como pensar que sabina es rival de arjona pero que mas podemos pedir eres muy fome .... pero tienes una imaginacion tan grande como para hacer un libro y pensar que eres bueno

María Beatriz dijo...

Me gusta Arjona y Amo a Sabina, de todas las formas tengo la suficiente cabeza para reirme de esta historia y decir que esta muy buena Felicitaciones

Anónimo dijo...

Serrat a lo suyo me ha hecho gracia, aunque la composición es de Machado.

Creo que llevarás un largo tiempo sin recibir comentarios de esta entrada, pero me ha sacado una sonrisilla (estoy viendo una gran comunidad anti-arjónica en la red) y eso... ¡siempre es de agradecer

¡Un saludo!