domingo, 18 de mayo de 2008

Adolfito limpia todo

Por la mañana, Adolfo Espitia, chiquillo mocoso y raspado, se levantó, como era la costumbre, a vaciar la vejiga en el baño del pasillo. La modorra del despertar huyó con la sorpresa. Y qué sorpresa la que le saltó a la vista. Su padre, sí, su padre, Don Adolfo Espitia (padre), estaba agarrado a la baranda de la toalla con la izquierda; sus piernas, separadas, temblorosas y rígidas como tablones; su cuerpo encorvado y su cara venosa, querían reventarse. Estaba rojo, casi púrpura, y su pelo despeinado se batía violento.


Y así fue, Don Adolfo había sido descubierto agitando la diestra.


Presuroso el pequeño Adolfo corrió en busca de su madre y le contó, entre berridos, el horrendo acontecimiento. La única respuesta que obtuvo fue un regaño y un buen rato de correa y chancleta.


Adolfito debía vengarse.


En la tarde, cuando quiso entrar al baño, se repitió la espantosa escena. Corrió a la cocina, afiló tijeras, limpió cuchillas, cobró valor, caminó al baño, miro a su padre y cortó sin miedo.

No más regueros en el baño del pasillo.


Andvecu

19 comentarios:

No-País dijo...

Oiga, muy bueno este cuento, muy chistoso. buen concurso.
mucha suerte.

Anónimo dijo...

En los cuentos corrientes, como en los pajeros,subyace una enseñanza. En este de "Odolfito limpia todo" subyacen dos enseñanzas: 1a. La perpetuación de la paja por herencia e imitación de padre a hijo, y de generación que decrece (la del padre que da ejemplo ) a generación que crece (la del hijo que imita) en generación. 2a. que los cuentos pajeros hablan de cosas pobables, posibles , y por supuesto que al fin del cuento todo en la vida termina en paja.

Viveca

Anónimo dijo...

En los cuentos corrientes, como en los pajeros,subyace una enseñanza. En este de "Odolfito limpia todo" subyacen dos enseñanzas: 1a. La perpetuación de la paja por herencia e imitación de padre a hijo, y de generación que decrece (la del padre que da ejemplo ) a generación que crece (la del hijo que imita) en generación. 2a. que los cuentos pajeros hablan de cosas pobables, posibles , y por supuesto que al fin del cuento todo en la vida termina en paja.

Viveca

Anónimo dijo...

Muy bueno, ingenioso y además bien escrito.., ¿qué más se puede pedir? Espero que gane.

Anónimo dijo...

No nos engañemos, este es el mejor de todos, si no, pregúntenle al autor.
Buena idea, hagámoslo:
-¿Qué piensa usted Sr. don autor?
-Sí, sí, eso mismo, eso mismo... pero, ¿de qué me está usted hablando?

Anónimo dijo...

Cojonudo, hay que ver, pero si es lo que siempre quice hacer, bueno aunque no a mi padre, al que nunca pillé en semejantes circunstancias, sino a un compañero de piso que tuve una vez, que le encantaba "agitar la diestra".

Espero que este gane

Anónimo dijo...

Menudas pajas las pajas que tedría que hacerse este pajero, y, sobre todo, cuanta desconsideración la de el Sr. Adolfo Espitia (Padre), porque, hay que limpiar siempre el reguero de la pajas.
Muy bueno.

pepito dijo...

Por cierto, me encantó aquello de que los niños tengan tan fácil acceso a las armas cortantes

pepito dijo...

Por cierto, me encantó aquello de que los niños tengan tan fácil acceso a las armas cortantes

traperiño dijo...

me pasó una vez algo similar, lo que hace que me haya gustado mucho. No me refiero a que yo cometiese un acto tan tendentemente parricida, sino que una vez mi madre me pegó con una chancleta. Luego, no me hice, ni nadie se hizo ninguna paja, pero en algo se parece la historia.

Anónimo dijo...

Esselente...

Anónimo dijo...

Ojalá hubiese más personas que escribieran más historias como esta, me ha alegrado el día, gracias a esta paja no me tendré que tomar hoy el clorazepan

Anónimo dijo...

Aunque esta historia sea de dudoso gusto, sobre todo para reuniones con altos dignatarios, me ha gustado mucho, y qué diablos; vivan las pajas

Anónimo dijo...

Una historia sencilla y cotidiana, contada de una manera brillante y con alta calidad literaria. Claro ejemplo de cómo las historias simples pueden formar parte de la alta literatura.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho la historia y aprovecho para decir que soy muy guapa. Sí, no tengo abuela.

Anónimo dijo...

conciso, concretoo, duro. como la paja manda.

Unknown dijo...

Ame este cuento. Tiene una cierta sutileza; me explico: la verdad es que nunca se dice nad directamente, todo se deduce. Es bueno.

Anónimo dijo...

No tengo palabras para hablar de un cuento tan genial. Yo siemrpe e dicho que en Colombia (y Peru) tienen una gran tradicion literaria y eso se ve aqui

Anónimo dijo...

Sensacionalmene pajero.