viernes, 3 de julio de 2009

De la serie negocios fabulosos -3-

—No me diga que las cosas van mal.

—Muy mal usted, esto de construir castillos en el aire va de mal en peor.

—¿Por qué será?

—La gente quiere cosas palpables: amueblados de cedro y caoba, refrigeradores, televisores, y los castillos en el aire no aguantan con tanto mobiliario.

—Es cierto, antes la gente aspiraba a tener un castillo lleno de ilusiones, ahora ya no se conforman.

—Pero a esas casitas que venden tampoco les caben muchas cosas, además no están dispuestos a pagar más.

—Si, pero entonces viene alguien que fabrica muebles en miniatura, estufas chiquitas, mesitas, cositas así, todo se acomoda al tamañito.

—¿No me diga que usted le entra a eso?

—No, eso es muy difícil, estuve tentado a hacer casitas de muñecas, pero no funcionó

—¿Y eso?

—Lo que pasa es que las mujeres ya no quieren vivir de fantasías, ahora quieren castillos completos, tangibles; nadie quiere imaginar nada.

—¿Y su hijo?

—Ese fue más listo, hasta le puede dar algunas clases.

—¿Le va bien, entonces?

—No quiero presumirle, pero le cuento que la próxima semana me llevará a ver uno de los castillos de Ludovico; está en venta y queremos comprarlo, para mi las cosas tienen que ser tangibles.

—¡A púchica! Quiere decir que le va de maravilla, ¿qué hace pues?

—Se dedica a la construcción.

—¿No me diga?

—Sí, construye castillos, mansiones, edificios, hasta ciudades enteras; lo bueno es que hace réplicas de diseños ya existentes; su modelo más vendido es el del Castillo de Versalles; aunque a mí me gusta más el de Baviera.

—¿En dónde los construye? ¿En carretera a El Salvador?

—No’mbre, en su casa, en la computadora, le entró a la realidad virtual, todo cabe en un disco duro; rápido se hizo millonario.

—Suertudo.

—Usted no se desespere, tarde o temprano alguien le comprará sus castillos en el aire.

Bob el constructor

9 comentarios:

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Muy bueno, Bob (quise decir Johan)ese juego de la imaginación. Ya a nadie le gustan los castillos en el aire.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y el tipo me aseguró que era el último Versalles que le quedaba... pinche vendedor.

Martín Gardella dijo...

Me hizo acordar al tema de Alberto Cortez. Muy bueno y divertido! Saludos pue

Nancy dijo...

A mí me gustan los castillos de Lego.
Me gustó mucho ese diálogo, pero sigo esperando también la serie de los que tenían tres nombres, Ay Johan, por eso no miro novelas, porque me enganchan...
:(

Johan Bush Walls dijo...

Alejandro: La mara sólo quiere cosas tangibles; ya es insostenible la situación.

Anónimo: Los hace en serie maestro, de eso vive.

Martin: Siempre hay algo que nos recuerda otra cosa, bien por eso.

Nancy: Me acuerdo del anuncio de Lego, que decía: "Este es un perro (mientras salía un ladrillo de lego); Luego salían más ladrillos y decía "esta es una casa"; después: "Esta es una calle"; luego, "esta es una casa para el perro"; Y luego decía: "esta es la calle que lleva a la casa que tiene la casita para el perro"; y así sucesivamente, bien lindo, se iba construyendo la ciudad Lego.

En cuanto los productores aprueben el proyecto, entonces vendrá la segunda temporada de la novela del martes.

Salú a todos pue.

David Moreno dijo...

Me sorprendió este blog pajero, intentaré pasarme más por acá.

Lo de castillos en el aire ya te han dicho, muy bueno...

Un saludo indio

Johan Bush Walls dijo...

No comments: Me gusta sorprender a la gente, que bueno cuando sucede eso.

Pasé cuando quiera, es bienvenido a esta casa de paja.

Salú pue.

Campanula dijo...

A mi me gustan los castillos en el aire, si no soñara o imaginara ñoñadas, nunca podria escribir.
un saludo

Johan Bush Walls dijo...

Campanula: Siempre es bueno caminar un rato por las nubes, desde allá las cosas se ven de forma diferente.

Salú pue.