Ya no se puede confiar en la gente, se aprovechan porque uno apenas tiene trece años; el tipo me ofreció cien quetzales, pero no me los dio; dijo que esperaría en la esquina, que no me dejaría solo, pero se fue; hice lo que pidió, no fue complicado, meterle dos balazos a una doñita que apenas podía caminar no representaba reto alguno.
Ahora tendré que matar dos policías y matarlo a él, pero mis cien quetzales los cobro a como de lugar.
El chiqui
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6 comentarios:
Fuera de pajas así es!
Terror!
La triste realidad...
Lo siento mijo, pero nos dejamos llevar por aquello de músico pagado no toca bien. Y ni modo mano, ya nos conseguimos a otro chato que nos saca el mismo chance por la mitá. Los beneficios de vivir en la libertad, que dicen.
El contratista
Filistea: Maestrísima, que buen rollo verte por acá. Así es, la cultura del terror se ha establecido.
Quimera: Tristísima, de verdá.
Anónimo: Es la oferta y la demanda maestro. El suyo si que es un oficio riesgoso.
Salú pue.
Eso no tiene nada de pajero. Triste pero verdad
SPD: Tristísimo maestro, no que decirlo.
Salú pue.
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