lunes, 8 de febrero de 2010

¿En el principio?

Cuando Lillith se fué Adán se sintió decepcionado y traicionado por Dios. Eva era hermosa, dulce y sumisa, hacía todo lo que él quería; pero nada se comparaba con la locura sexual de Lilith y sus experimentos en la cama.

Eva siempre lo hacía de la misma forma. Lo esperaba a oscuras, cubierta hasta el cuello con una piel de borrego y una manta tejida, que siempre se negaba a retirar; se tendía placidamente y casi nunca hacía gestos ni sonidos. Adán terminaba decepcionado, extrañaba a Lillith y sus inventos.

Con el paso del tiempo la decepción se transformó en temor, la fertilidad de Eva hacía que quedara embarazada cada vez que tenían sexo; después lo evitaba durante todo el embarazo, su mal humor era insoportable.

El mundo se fué poblando de sus hijos y los hijos de sus hijos. Eva se consumía y Adán perdió el interés en ella.

Un día, en su edad madura, Adán salió a caminar, dispuesto a ver el mundo con otros ojos. Se quedó viendo a un grupo de muchachos, entre quienes sobresalía uno hermoso, de formas perfectas y mirada profunda; lo supo cuando logró que sus ojos se cruzaran, al rato conversaba con él. Algo sucedió, pues ambos quedaron fascinados con el otro, por lo que siguieron encontrándose, se volvieron inseparables.

Esteban descendía de los hijos de Dios que tomaron para sí mujeres hijas de los hombres. Él podía ser dulce como Eva y siniestro, como Lillith; no era como los descendiente de Adán, no lo obedecía ni lo servía, menos reverenciarlo. Adán se sentía retado y atraído.

Aquella mañana salieron de cacería, el sol todavía no calentaba; corrieron detrás de las presas, no tuvieron suerte, por lo que cansados se recostaron bajo una datilera, a la orilla de una cascada, que formaba una poza cristalina. Esteban se tornó servicial, consiguió unos dátiles y los puso en la boca de Adán; dejando, sutilmente, que este le lamiera los dedos.

Luego del descanso Adán quiso nadar. Se hundió en el agua, mientras Esteban lo observaba y pensaba que aquel cuerpo, aunque maduro, revelaba la belleza de la creación. Unos minutos después se metió a la poza, se acercó a Adán y le dijo: No hay duda, en verdad eres creación divina.

Todo terminó en un jugueteo, en el que Adán descubrió que podía tener sexo sin temor a la reproducción, aunque eso implicara sacrificar algún orificio. Ahí quedaron dormidos a la sombra de la datilera.

Adán llevó a Esteban a su casa, como su protegido, fué él quien administró sus bienes cuando sus hijos se mataron entre si.

Eva no tuvo más hijos, por lo que dedicó su tiempo a la alfarería, sus figuras de barro se volvieron famosas y se vendían por montones. La gente daba cualquier cosa por tener una, y las pedían cada vez más grandes.

Billy Granjas

8 comentarios:

Anónimo dijo...

La Chulanga en Playboy México

Esta mujer/narradora se desnuda frente a los lectores; expone su libido sin vergüenza ni tapujos. Libertad que

cifra gestos en alocución espontánea que conmueve por su certeza.

Visita Playboy México

Elo dijo...

Mmmm
Lo que causan las mujeres descuidadas, monótonas y malas en la cama jajaja

Johan Bush Walls dijo...

Lyrsa: Mire pues, se ve bonita su revista, ese conejito lo he visto en algún lado.

Quimera: Todo trae consecuencias maestra. Chilero su comentario.

Salú pue.

elultimodepaz dijo...

Ulugrun, "sacrificar orificios"!!! mejor me meto a cura, ellos no saben de sexo.

Palabras como nubes dijo...

Cómo no extrañar a Lilith con una Eva que era el colmo del aburrimiento, carajo, que la sola imagen de ella cubierta con la manta y la piel de borrego desanimaría hasta al más desesperado!
Respecto de Esteban, todo es cuestión de gustos, y si Adán fue feliz... ;)

El final, con las "manualidades" de Eva, aplauso aparte.

Saludos.
Jeve.

Johan Bush Walls dijo...

De Paz: Maestro, me parece que no es tan buena elección, piénselo.

Palabras: Son complicadas las mujeres, ha sido así desde el principio de los siglos.

Gracias por el aplauso.

Salú pue.

Anónimo dijo...

esto fue con un estilo finamente pajarero.. lo se, lo se!! mas por eso esta buenisimo, dejas en que ponerme a pnesar, ya te contare mi reflexion =0)

un beso

Johan Bush Walls dijo...

Sonia: Espero que me cuentes tu reflexión, me quedé con la inquietú.

Salú pue