martes, 6 de enero de 2009

Crónica pajera de año nuevo

Guatemala es un país de tradiciones, durante el fin de año se manifiestan varias de ellas: La quema del diablo, la visita al santuario de la Virgen de Guadalupe, las posadas, la navidad, el robo del niño Jesús, el día de los inocentes, el año nuevo, entre otras; pero como todo en la vida cambia, la gente cambia, las tradiciones cambian, o se actualizan, depende como quiera verse.

La víspera de año nuevo es tradicional celebrarla entre fiesta y fiesta, no son pocos los hoteles que ofrecen paquetes, todo incluido, para que la celebración sea inolvidable. Una de las que han cobrado auge, en los últimos años, es El festival de la calle del narco, en la ciudad colonial, es toda una experiencia visitarlo.

Desde lejos es posible apreciar la algarabía, pero en la medida que uno se acerca se abre la puerta a un mundo aparte.

Para este año, los encargados de dar la bienvenida eran unos tipos en zancos, de aquel grupo que se hace llamar Caja lugubre; tenían pintada la cara tipo comando, al estilo Rambo, saltaban de un lado a otro, sonriendo a todo mundo, también estaban listos para dar la voz de alerta, por si llegaba la policía; ya se sabe, ellos podrían ganarles el negocio.

En la entrada se podía ver un rótulo que decía: obligatorio portar arma, si no tiene puede pasar a la caseta y alquilar una.

La música de fondo era interpretada por el grupo de moda, los indiscutibles Tigres del monte, cuando llegué cantaban su narco-corrido emblemático: La banda del hummer rojo.

La primera atracción de la noche fue La quema del carro de diputados. Tradición iniciada en oriente, no en oriente medio; consiste en escoger un carro, todo mundo le dispara, luego le prenden fuego. También se forman equipos y se compite para ver quien lo hace más rápido, el premio es una estadía, todo pagado, en el área VIP del sector 12.

En el otro extremo de la calle los niños se divertían, todos corrían detrás de un tipo que portaba un chaleco antibalas; alrededor de ellos, todo mundo coreaba: Póngale la bala al pusher, póngale la bala al pusher.

Otro grupo de niños estaba entretenido, llevaban algún tiempo tratando de resolver El misterio de la matanza de Santa Cruz; pero los más emocionados eran aquellos que participaban en el juego: Encuentre la mercancía robada; se trataba de un juego en equipo, si llegaban a encontrar los cinco kilos que se habían escondido podían quedarse con ellos. Resultaba buen negocio, pues luego los podían vender entre sus compañeritos de escuela.

Segundos antes de la media noche toda la actividad se detuvo, la mayoría se quedó de pie, otros se pusieron de rodillas y el silencio se apoderó de la calle. Llegado el primer segundo del año nuevo volvió la algarabía, pues se dio paso al Ritual de los doce tiros al aire. Todos pidieron un deseo por cada tiro; fue gracioso ver gente cayendo al suelo, uno por aquí otro por allá, con sangre en la cabeza, eso le dio más vivacidad y realismo al evento.

Pasada la primera hora del nuevo año la actividad empezó a decaer, algunos siguieron dándose abrazos; no faltó el borracho que se quedó tirado en el piso, con la pistola a un lado y la billetera casi de fuera; pero lo bonito fue que se portaron bien honrados, porque en lugar de robarle lo ayudaron a llegar a su vehículo y cuidaron que no manejara en estado de ebriedad.

El festival de la calle del narco es algo que merece ser visto.

Manolito

15 comentarios:

Nancy dijo...

Bienvenido a la blogósfera Johan, me reí miles con tu relato. Qué capacidad pajera tienes

Zarek dijo...

Buenísimo! quiero más!

el Kontra dijo...

Ese Manolito, si parrandea grueso verá!

Master Johan dejemé decirle que este su cuento pajero escalofríaentemente se asemeja demasiado a la realidá.

Salud master.

Hija-ilustre dijo...

q buen post!!

q gracioso q te de risa ver caer gente con sangre en la cabeza...

q entretenido.. pero no es muy peligroso??

igual... es una experiencia

feliz año hombre

esta señorita se retira a dormir porque mañana hay q seguir produciendo.

besos!!

Pola

el VERDE !!! dijo...

ácido y con mucho sarcasmo... lo digo de veras, sin pajas, jeje.

Saludos

Anónimo dijo...

Sr. Johan Bush Walls ¿Existe algún correo al que pueda escribirle?

Johan Bush Walls dijo...

Nancy: Gracias por la bienvenida. Que bien, me alegro por las risas generadas.

Zarek: Maestro, por acá abajito hay más historias pajeras, está cordialmente invitado a leerlas, y también a leer las que vienen.

Kontra: Grueso maestro, grueso. Parece que si, pero es paja.

Hija: Duerme tranquila todas las noches, que bueno saber que alguien, en todo el mundo, produce, eso me alegra, bien por ti Hija ilustre.

Verde: Maestro, ¿es usted pariente de Hulk? Gracias por la visita, a veces los textos quedan así, con poca sal.

rom: En mi perfil aparece mi email.

Salú pue.

la-filistea dijo...

Se me hace familiar yo creo que he estado ahí varias veces en mi vida.

Vos si queres lo visitas a uno va! te encargo que no te olvidés de los pobres!

Johan Bush Walls dijo...

De que hablás maestra Filis, si es de visitarte en tu casa, pues mandá la dirección, pero de tu blog soy feligrés habitual, siempre paso dejando mi diezmito, porque tan chileros tus textos.

Salú pue.

la-filistea dijo...

Cuando haga carne frijolitos blancos con costilla te mando la dirección de mi casa. Para que vengas a comer y así te traes a Marina que no es Marina...

Gracias por tus diezmos vos, ya casi que le hago competencia al Cash, yo también vengo a pajearme por aquí seguido.Es decir, a escribir pajas pues! :o)

Anónimo dijo...

¿El festival es original o es franquicia de Sinaloa?

Johan Bush Walls dijo...

Filis: Me parece, me parece. Pues alguna competencia hay que hacerle al Cash.

Gemelo: Sin pizca de orgullo, le digo, el festival es original de Guatemala, en ese sentido no hay nada que envidiarle a Sinaloa o a Colombia. Que pena.

Salú pue.

Camilo Jiménez dijo...

Casi siempre que me paso por acá encuentro algún cuento pajero entretenido o interesante o divertido, o todas las anteriores. Pero con este sí metió dos toneladas por la frontera, mi estimadísimo. O como dicen los narcos en Colombia cuando meten un buen cargamento en USA: coronó. Una maravilla.

Johan Bush Walls dijo...

Camilo: La culpa la tiene esta realidad que nos hace semejantes, maestro Camilo, no hay de otra, nos queda la literatura.

Salú pue.

Anónimo dijo...

Saludos desde "tierra de nadie" la famosa "...." (es que todavia no se me ocurre un buen nick name para esto de las pajas) jejeje encantada con la casaca pero sabe senor bush esta bien chilero, vamos a leer mas pajas acuerdese de los cuentos de tierra de nadie tienen que estar ahi.... te cuidas XOXO....!!!