Algo se está fundiendo en su cabeza, lo nota, le brotan gotas de sudor en los parietales, le bajan por la frente, pasan por el cuello, en interminable cascada que deposita en su pañuelo.
Oye retumbos que inician en el oído medio, los escucha en su corazón, pero no son palpitaciones normales, suenan como algo que se desgaja, que se derrumba y desprende de los huesos.
Se acuesta porque le hierven las manos, pero tiene los pies helados. Una sensación gélida sube hasta las rodillas, llega a los genitales, recorre los intestinos, recubre el estomago, sube por el esófago, arriba al corazón y lo acalla, los retumbos se congelan, los latidos se vuelven lentos, el frío alcanza todo el cuerpo, es frío que no hace ruido, que no se despedaza.
Desea estar solo, sin soportar miradas, sin evocar el pasado, caminar en la oscuridad.
Añora encontrar la ausencia, capturar el ritmo, las intenciones, poderlas interpretar, sin necesidad de palabras, tomar un beso profundo, seguir para no estorbarle a nadie, dominarlo todo, dejar de sentir el sudor en las manos, desea no estar en Diciembre.
Poncho Pilatus
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
11 comentarios:
Le tengo cierto cariño a este mes porque es en el que nací. Pero las fiestas y las obligaciones me están haciendo desear lo mismo.
Saludos
Más allá de la mención a la decembrinidad de la época del año, es relato me gustó mucho. En particular, el ascenso del frío desde los pies, JBW.
Buen relato, pero genial título.
Excelente relato. La minuciosa descripción me hizo recordar pasajes de Cien años de soledad. Me gusta tu estilo, nunca le atino al final.
Gracias master, asi me siento yo por estas fechas.
Salud.
El cuerpo le hormigueaba como lucecitas intermitentes que cuelgan por las ventanas... El corazón le retumbaba en el oído como cancioncita de "Rudolph" en naca tarjeta con musiquita.
Luc: Diciembre provoca sentimientos encontrados en mucha gente, pero cuando se intenta ingresar a un centro comercial y el tráfico, y todo lo que implica, entonces no quiere estar uno ahí.
Gemelo: No puede evitar uno mencionar diciembre, cuando se está en diciembre, es frio y congestionado.
Esteban: Logré el empate entonces, pues el título del otro texto no te había gustado.
Nancy: Gracias, gracias. Lo de cien años de soledad no sé si tomarlo como un elogio, así lo haré, me conviene. Bien por mi, porque te gusta mi estilo.
Kontra: Pues yo lo he visto enconviviado maestro, supongo que es para evadir el rollo decembrino.
Salú pue.
Mario: Miré usted, que bueno que viene por acá, hacía tiempo que no lo miraba en esta su humilde casa de paja.
Salú pue.
a mi me pasa a la inversa, pero en Abril... prefiero el frío, da más escusas para tantas cosas!! jajaja.
abrazos don Johan.
Es cierto maestra Prosódica, el frío es un pretexto. Abril es un mes difícil, mucho calor y mucha procesión, aunque a veces son en marzo.
Salú pue.
Es como la somatización de un mes.
José Roberto Coppola
Publicar un comentario