—Maese, ¿cómo amaneció?
—Bien, la verdá, pero fíjese que siento un sabor raro en la boca, la lengua la tengo pegajosa y no se me quita un dolor que me baja de la cabeza hasta el dedo chiquito del pie.
—Pues de plano, si no fue poco lo que se atragantó de todos los brebajes habidos y por haber.
—¿Cómo así? ¿Qué brebajes usté?
—Ya vio que se estuvo tomando hasta las sobras que la mara dejaba en los vasos.
—No puede ser mano, si yo no chupo, además no me acuerdo de nada.
—Mejor si no se acuerda.
—Puta, ¿tantos clavos hice?
—No se achiguate, pero como dice la mara, con los que hizo bien puede poner una su ferretería.
—No mano, no me asuste, de verdá que no me acuerdo, lo único es que siento esta incomodidad en la garganta, como que tuviera una bola de pelos trabada.
—Puta, ni que fuera gato, si lo que mordió fue el perro pekinés de la esposa del jefe.
—¿Cómo así?
—Mire pues, la doña estaba encampanada con el Güicho, el patojo ese de créditos, al que todas las chavas le llevan ganas, pero como el cerote es güeco no le pasaba balón, él estaba tratando de conectarse al Meme.
—¿Y eso qué tiene que ver con el chucho?
—En eso llegó la Claudia, y sin mediar palabra le dio un beso en la boca.
—¿Al Güicho?
—Nel hombre, a la doñita.
—No me chingue.
—La vieja se levantó, trastrabillando, y la jaló del pelo.
—No me diga que le dio un pijazo.
—Para nada, la jaló para que no se le escapara, luego ya no la soltó.
—¿Y el chucho?
—Ah, lo que pasa es que usté se puso necio, típico bolo, ya sabe, casi le arranca el brazo a la doña tratando de llevarla a la pista, pero ella no quería bailar, ella necia con el Güicho, y el Güicho con el Meme, y la Claudia que llegó de repente y el perro que no dejaba de ladrar, entonces cuando ella se levantó, usté estaba colgado del brazo y del impulso se cayó, entonces el chuchito se le fue encima, le agarró el pantalón y se lo rompió, la doña ya iba caminando con la Claudia, pero usté trató de agarrarle la pierna, en eso el chucho se le orinó encima, entonces usté se voltió, agarró al perrito entre sus manos y le pegó la gran mordida.
—Puuuta, no le creo.
—Es la puritita verdá
—Mire, ¿y el jefe? ¿lo vio todo? Hoy si me va a echar.
—No se ahueve, él ni cuenta se dio, como estaba dándole tremenda agarrada a la Lyn.
—Con eso si no chingue, usté sabe que la Lyn es mi novia y nos vamos a casar.
—Yo solo le cuento lo que vi.
—Viejo cerote, hoy si lo voy a pijiar.
—Nel hombre, tranquilo, si ella ni se debe acordar, con lo borracha que estaba.
—Alaputa, y a todo esto, ¿usté que estaba haciendo?
—Yo bien aburrido compadre, como estoy tomando medicina, entonces no me pude echar ni un solo traguito.
Lupe Reyes
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8 comentarios:
Rulfiano texto. Very nice.
Estas si son borracheras, lo demás son pajas! o será al revés?
Me llega master me llega, que buena chingadera.
"No se achiguate, pero como dice la mara, con los que hizo bien puede poner una su ferretería."
Esta frase es la mejor, igual que el chucho, meome de la risa. Jajajaja
Saludos
Fue como leer en otro idioma. Igual tuvo su encanto, algo de historia de bar.
Un abrazo
Esteban: Creo que es más bien un texto rufiano, de rufian.
Filis: Yo creo que son pajas, porque he visto peores borracheras.
Kontra: Que bien que lo haya disfrutado; me parece bien, ríase usted, en algún momento voy a su blog y me río de lo que escribe. Jeje.
Luc: Si, traté de escribirlo en guatemalteco, un idioma muy feo. Cualquier duda con los modismos, no deje de preguntar.
Salú pue.
Creo que lo entendí casi todo.
No creo que se lo pasara aburrido viendo todo eso.
Muy bueno.
Saludos.
nunca falta el que toma antibiótico en estas fechas.
O es porque sólo puede medicarse cuando hay aguinaldo o es que en la casa le hacen clavo si llega con estoque.
Da igual, las dos cosas están jodidas.
Estanos jodidos, pues.
En fin, salud.
Compremos canchinflines, pa contrariar namás.
Toro: Es aburrido maestro, cuando todos chupan, el que no lo hace la pasa mal.
Prado: Es jodido eso de enfermarse, o de fingir hacerlo.
Salú pue.
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