viernes, 27 de junio de 2008

Semana de la poesía pajera y nueva entrada en mi blog personal

Finaliza aquí la semana de la poesía pajera.

Por otro lado, los invito a leer una nueva entrada en mi blog personal.

http://johanbush.blogspot.com/

Salu pue

Dos poemas a los que no me dio hueva ponerles título

El cholo no es el que mira usted

En la portada del nuestro diario,
ni su primo de prepa
o poniéndole un cuete en la espalda.

Tampoco el Adán
que va con Cash Luna
a hablar una lengua muy otra
y le toca las nalgas a las hermanas.

No, el cholo está en su barrio
y a veces se la saca, le gusta, acéptelo
aunque lo hagan a oscuras
escondidito de su mamá
y hasta haga malabares con fuego,
lo tiene dilatado, acéptelo.

No, manito, no es otro,
mejor págueme mis 50 pesos.

Doña Meches quiere escribir un verso

Sabe que no es pertinente.

Suena el celular/ le habla el Johan Bush.
–Véngase a mis talleres
y podrá escribir un verso, como lo indica el título
–¿Cuál título?
–El título de este poema
–Ah, si pues
–Usted tiene un talento escondido
y no sabe qué hacer con él/
escriba sus versos
aunque su talento sea
cuidar de un café internet.

(Si no tiene usted éxito literario después de alabar este poema
le devolvemos su dinero)

Arturo Nuez Pérez Reviente
(Ganador de una mención especial en los I juegos florales pajeros).

jueves, 26 de junio de 2008

El guardián del chorro público –Poemario pajero– II

I
De las afueras a la ciudad
tres horas
mejor no trabajo
que los niños no estudien
voy a volverme marero
heredaré las ciudades dormitorio

II
Dicen que en las ciudades dormitorio
la gente no duerme
todos vigilan

III
Caminar en la ciudad
ejercitar los sentidos
cruzar las calles corriendo
estar alerta en el bus
aumentar el alcance del oído
de la vista
desarrollar las funciones motoras
todo es saludable
claro
si uno sobrevive

Beto Cabal

miércoles, 25 de junio de 2008

Y dale con los poemas sin título

1
Si fuera más listo
sería narco
en cada tiro
todos
alabarían
mis poemas

2
Debí ser poeta
si hubiera reencarnado
porque ahora
me dan ganas de escribirle
a mis tortas
al celular
a los pantalones que compré en la sexta
que me quedan cortos
tengo dos llamadas perdidas
ya vengo

3
Si en la cama
recuesto la trompa sobre ti
me decís –Arturo
ya se subió el chucho otra vez
metele un balazo

4
A dónde
va a llevarme
Doña Meches
al taller del maestro Johan Bush
Hoy hay pan dulce
y fresco

Arturo Nuez Pérez Reviente
(Ganador de una mención especial en los I juegos florales pajeros).

martes, 24 de junio de 2008

El guardián del chorro público –Poemario pajero–

Café

Aquí la cáscara
el instantáneo
agua de calcetín
la olla ya no hierve en las madrugadas
al menos no en casa
cada vez es más difícil conseguir un expreso
uno decente
La tecnología se impone
la globalización
Subastas por internet
el café oro vale más que el oro
Starbucks se lleva todo

El guardián del chorro público

Decía Cri Cri que el chorrito
se hacía grandote y se hacía chiquito
las canciones infantiles
siempre han sido inocentes
y las cantamos sin darnos cuenta
y hacemos la ronda
y bailamos sin reparar
que el chorro público no trabaja a destajo
que está ahí cuando lo requieren
que no importa si son las 4 de la mañana
mucho mejor si se acude a las 3
siempre hay alguien que impone el orden
no importa cuantos estén en la fila
de lunes a domingo
a veces se rompe la llave
pero al otro día aparece una nueva

Blogger

Esta es la entrada quinientos
estoy cumpliendo dos años
llevo seis meses
soy nuevo en el rollo
no tengo blog
solo hago comentarios
Anónimos
Amigos
Visita recíproca
Tengo un troll
soy importante
todos me linkean
quizá hasta gane dinero

Que todos me lean
que no borren mi blog
En Google confío

Beto Cabal

lunes, 23 de junio de 2008

Poemas a los que me dio hueva ponerles título. (Disculpen las manchas de salsa)

I
Si pues. Yo soy eso que corta
los tomates, las cebollas, el perejil,
aparte que de cuando en cuando
el celular marca
que ya es hora, que es tarde
que si llega tarde a la colonia lo destripan
y que por pensar
que es escritor, se le cae el tomate
y la mara le grita
“insigne idiota
susurro anónimo”.

Algunos se parecen a la Paquita. Mejor todos.
En las presentaciones de libros
enseñan el frijol en los dientes
es difícil discernir otro escritor del sacabasuras
otro minuto de fábula pajera
que ni los niños envidian.

Mira vos
¿Me vas a pagar la consulta o no?

No solo me cuesta echar las cartas
como para andar adivinando
tu nuevo número de celular

Sin ruido, pura, una hoja de papel
se asoma por la puerta
Es la factura de la luz.


II
Compruebo drogadicto la evidencia
el chonte
atónito
me dice
Mire mano, yo entiendo
que nada pasa si no la entregamos
además
siempre la revenden más cara
los meros cachudos

Por burro
me escupo los dedos

epilepsia digo yo

Qué pálida está la coca
¡somos ricos!
¡somos ricos!
con esta sustancia sola
no harán falta más mordidas

(Entonces entra el jefe:
Bueno, bueno.)


III
Yo, aquí ¿Quién allá?

Yo,
aquí,
¿tú allá?
¿ya compraste los chuchitos?
¡¿que te asaltó un ciego?!
púchica mano
¡nada hacés como Dios manda!
venite mejor.

Qué te lo pago luego
ni qué ocho cuartos

Me debés la cosulta
pisado

Esta noche se jodió
el negocio
manito

Qué wasa la mía.

Arturo Nuez Pérez Reviente
(Ganador de una mención especial en los I juegos florales pajeros).

jueves, 19 de junio de 2008

Queremos tanto a Ricardo

Después de leer: Queremos tanto a Glenda, se quedaron pensando cómo hacer para que su propio ídolo se mantuviera incólume. No pensaron que Glenda, luego del cuento, casi desapareció de la faz de la tierra.
Por lo demás, decidieron que su ídolo tenía muchos años de no sacar una buena canción, por eso se hacía necesario darle una ayudadita, y lo que se les ocurrió fue desactualizar sus canciones.
Lo de Lucía y la Vero fue fácil, las dos viejas, ya sin mucha popularidad, aceptaron abrazarse en público, mediante la paga de una pequeñísima cantidad y la promesa de un show de televisión, que ambas necesitaban con urgencia.
El bronceador en casa de esquimales fue enviado en una expedición, quienes sabiendo del daño que los rayos solares causan en el polo y concientes del cambio climático, con gusto lo llevaron a dos aldeas inuit que comenzaban a tener síntomas de cáncer.
Convencer a Pablito Ruiz, ahora un cuarentón gordo, para que cantara Ojalá, y que lo hiciera en vivo, en una vieja fonda argentina no significó ninguna dificultad.
Al final encontraron a una pareja, ella en mink y él en mezclilla, dispuestos a abrazarse en Central Park, no les importó que los jeans de él costaran casi lo mismo que el mink.
La canción, en cambio, no llegó. Lejos de la originalidad de los buenos tiempos, ahora a duras penas tenían una canción de levantarle la falda a las gordas del barrio, lo que provocó que pronto todos los vecinos les pasaran alzando la falda a ellas, que eran, obviamente, las mejores fans de Arjona y, por supuesto, las gordas del barrio.
Julito Corteza

lunes, 16 de junio de 2008

Pintores brillantes

I

La técnica utilizada en las pinturas fue calificada de revolucionaria, los críticos y curadores estaban asombrados por los destellos que despedían aquellas obras, algo nunca antes visto, las opiniones vertidas calaron de tal forma en los asistentes a la exposición, por lo que de inmediato se armó la subasta, la noticia se extendió a otros países, llegaron las llamadas telefónicas, las ofertas millonarias, todos querían uno de aquellos cuadros, no habían luces escondidas, ningún tipo de truco. Alguien que estaba dispuesto a pagar una suma millonaria pidió una demostración en vivo, quería tener la seguridad de estar comprando algo auténtico. Ante los ojos de todo mundo, aquel pintor flaco, de rizos largos, quien lucía una playera blanca, de manga corta, doblada, como quien simula tener grandes músculos, tomó el pincel y al contacto de la pintura con el lienzo los trazos adquirieron esa luminosidad que tenía asombrado a todo mundo. Luego vino el colocho, después el de barbilla filuda, todos, uno a uno tomaron el pincel y deslumbraron, literalmente, a la concurrencia.

II

Todo el grupo de pintores se quejaba, aquello era de todos los días, se reunían al final de la tarde, a cenar, pero siempre decían que el café estaba muy claro, que los frijoles estaban fríos, que los huevos tenían demasiado aceite, que el aceite era muy viejo, que tenía sabor a rancio, que las mesas estaban sucias, que no lavaban el baño, que cada vez se tardaban más en atenderlos, que el ruido de las máquinas de video del local vecino no los dejaban conversar tranquilos, que las televisiones de la venta de electrodomésticos tenían muy alto el sonido, que las cucarachas andaban por todos lados; lo peor era cuando las sorprendían saliendo del recipiente del azúcar o cuando venían nadando en el café, sin contar cuando alguna caía del techo y quedaba con las patas para arriba, en medio del plato. Acostumbrados como estaban a la situación, nunca le dieron importancia, aquella cafetería de la sexta avenida era como su segunda casa, en los últimos diez años habían cenado ahí todos los días, sin falta, hasta el fatídico día cuando los dueños murieron y los hijos no supieron darle continuidad y fue cerrada.

III

El empleado de la venta de electrodomésticos, que los vio por primera vez, se asombró por el tono luminoso que despedían aquellos bichos, al principio pensó que eran luciérnagas, pero cuando los enseñó a los demás llegaron a la conclusión que eran cucarachas. El gerente de la tienda los sorprendió y sin mostrar mayor sorpresa les indicó que dejaran de estar perdiendo el tiempo, que por su haraganería la tienda se había llenado de animales y ahora entre todos tenían que limpiar, incluso adentro de los televisores que estaban en exhibición, —No quiero volver a ver una cucaracha por estos rumbos, hay clientes que se han quejado que los aparatos están infestados, no podemos seguir vendiéndolos en esas condiciones—, dijo en tono grave y se fue a su oficina. Ese día trataron de matar a todas las cucarachas, pero fue imposible, en la medida que abrían los televisores el resplandor se hacía más fuerte, por lo que optaron por asustarlas y, en un inicio, sin darse cuenta las enviaban camino a la cafetería de a la par, luego lo hicieron con malicia. La rutina se repitió día tras día, luego no sabían si las cucarachas nacían ahí, o si regresaban cuando necesitaban otra dosis de radioactividad, lo cierto era que ellos las seguían enviando a la cafetería.

IV

Luego de aquella brillante exposición los pintores no montaron otra. Su tiempo de las tardes lo emplearon, durante meses, en buscar otro lugar para la cena de cada día, probaron en varios, pero ninguno llenaba sus expectativas. No era la comida, ni las condiciones, menos el servicio, eso nunca les importó, era que necesitaban sentirse cómodos, imaginar que estaban en casa. Así fueron descartando lugares, hasta que se acomodaron en aquel pequeño café de Cuatro grados norte, ese donde venden sándwiches italianos. No les fue fácil, pero al cabo de los meses se acostumbraron. Entre ellos comentaban que su etapa luminosa había pasado. Nunca supieron como había llegado, nunca supieron como se fue; es la sensibilidad de la época dijo más de alguno. Tampoco le daban mucha importancia al hecho que ahora todos pintaban figuras que semejaban panes baguette.

Pablo Pinto

viernes, 13 de junio de 2008

Después

Pasados los juegos florales pajeros, vengo de nuevo a compartirles mis aburridas pajas, hoy los invito a darse una vueltecita por mi blog personal.

http://johanbush.blogspot.com/

El lunes que viene, la mara del blog pajero reiniciará la publicación habitual de sus cuentos, si yo tengo alguno pues lo compartiré, faltaba más.

Así es que por aquí los esperamos siempre.

Salu pue.

martes, 10 de junio de 2008

El ganador es

De todas las cosas siempre sale algo bueno. A pesar de que la mecánica de la votación estaba clara, algunos se fueron por la tangente y se crearon su propio escenario de lucha, cosa que es muy loable; en ese sentido es de elogiar la pasión mostrada por Relojero Ciego y Erebus, creativos al momento de votar por ellos mismos. De cualquier forma, entre ellos está el relato más votado.

Recuerden los votos anónimos no son válidos. Sobre esa base, la gran mayoría de los comentarios para los cuentos mencionados no fueron tomados en cuenta.

La mayor cantidad de votos válidos fue EL PERRO Y EL GATO. Autor: Relojero ciego.

Se concede el premio del jurado, por su evidente calidad literaria, al cuento: LA MIRADA MAYA. Autor: Goathemala.

Se concede una mención especial a las PAJAS POÉTICAS PARA EL SÁBADITO ALEGRE. Autor: Arturo Nuez Pérez Reviente. Por ser el texto que mejor capturó el espíritu y la intención de este blog.

Los tres reciben el título honorario de ESCRITOR PAJERO LAUREADO y son reconocidos como los aprendices de Johan Bush Walls.

El lote de cinco libros de autores guatemaltecos y el Ídolo de piedra maya del tercer milenio (galardón virtual), es para el cuento más votado. Solicitamos a Relojero Ciego enviarnos un email con sus datos reales (no serán revelados) y la dirección para enviarle los libros.

El pálmares queda así.

CUENTO MÁS POLULAR

El perro y el gato. Autor: Relojero ciego.

PREMIO DEL JURADO

La mirada maya. Autor: Goathemala.

MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO

Pajas poéticas para el sábadito alegre. Autor: Arturo Nuez Pérez Reviente.

A todos gracias por participar.

domingo, 1 de junio de 2008

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Estimados amigos:
El concurso pajero tiene vigencia por una semana más; sin embargo, la junta calificadora se encuentra deliberando acerca de la avalancha de comentarios y algunas críticas al respecto de los mecanismos de calificación. No hemos borrado ningún comentario, aún sabiendo que hay chats y proselitismo dentro de ellos, debido a que respetamos la libertad de expresión y de opinión (incluso de proselitismo). El día 8 de junio haremos un comunicado oficial, mientras tanto la votación sigue abierta.

Atentamente: la junta calificadora.